Tras desembarcar en Talcahuano el 9 de marzo de 1905, los migrantes italianos continuaron su viaje en tren hacia Los Sauces, una localidad ubicada en la provincia de Malleco, en la Región de La Araucanía. Este tramo ferroviario marcó el acercamiento a su destino final, pero también el inicio de una nueva y desafiante etapa en su travesía hacia tierras desconocidas.
Finalmente, tras superar esta etapa final, los migrantes llegaron a las cercanías de La Nueva Italia, donde comenzaron a establecerse. Encontraron un entorno cubierto de bosques densos, que exigía un trabajo arduo para despejar la tierra y convertirla en áreas cultivables. Este esfuerzo monumental sentó las bases para la construcción de una comunidad que prosperaría con el tiempo.