A principios del siglo XX, Italia atravesaba profundas transformaciones políticas, económicas y sociales que llevaron a millones de sus habitantes a buscar un futuro mejor en el extranjero. En regiones montañosas como Pavullo nel Frignano y localidades cercanas como Zocca y Guiglia, situadas en los Apeninos modenenses, las condiciones de vida eran particularmente difíciles, lo que incentivó la emigración de numerosas familias hacia lugares como Chile.
Razones generales de la emigración italiana en 1905
La emigración italiana a finales del siglo XIX y principios del XX fue un fenómeno masivo, impulsado por múltiples factores:
- Unificación italiana y crisis socioeconómica
La unificación de Italia en 1861 no benefició por igual a todas las regiones del país. En el norte y el sur, muchas comunidades rurales quedaron marginadas del progreso económico. Las reformas políticas y fiscales introducidas tras la unificación, como el aumento de impuestos, afectaron gravemente a los campesinos. - Superpoblación rural
En regiones rurales, la población creció más rápido que la disponibilidad de tierras cultivables. Esto creó una fuerte presión demográfica, especialmente en áreas montañosas como los Apeninos, donde el acceso a tierras fértiles era limitado. - Crisis agrícolas y climáticas
Varias regiones de Italia enfrentaron crisis agrícolas recurrentes debido a plagas, sequías y la baja productividad de las tierras. Estas crisis afectaron especialmente a quienes ya vivían en condiciones precarias. - Incentivos de países receptores
Países de América, como Argentina, Brasil y Chile, promovieron activamente la inmigración europea, ofreciendo tierras y oportunidades económicas a los recién llegados. En el caso de Chile, el gobierno implementó políticas de colonización para poblar La Araucanía y fomentar la producción agrícola y forestal. - Espíritu migrante y redes comunitarias
La emigración se convirtió en un fenómeno colectivo. Las redes de apoyo entre familias y comunidades facilitaron la salida en grupos, lo que ayudó a los emigrantes a enfrentar los desafíos de instalarse en un nuevo país. Esto fue especialmente evidente en la migración de Pavullo y otras localidades, donde los colonos partieron juntos y mantuvieron sus vínculos culturales y sociales en Capitán Pastene.